En el año 2014 se declara la Avenida Jorge Eliécer Gaitán (Calle
26) como “Eje de la paz y la memoria”13 con el objetivo de “forta-
lecer un espacio urbano de reconocimiento y remembranza de los
hechos y víctimas de la violencia, a partir de transformaciones en
torno a los Conjuntos Monumentales de Espacio Público […] con el
fin de contribuir a la reparación integral de las víctimas de hechos
violentos ocurridos en la historia reciente de la ciudad y el país” 14
. Este decreto promulgado durante la alcaldía de Gustavo Petro
(2012-2015) está en consonancia con la “Ley de víctimas y resti-
tución de tierras” dada en 2011, según la cual se abre la posibilidad
de la “construcción de monumentos públicos en perspectiva de
reparación y reconciliación” 15, del avance de los diálogos de paz y la
necesidad cada vez más apremiante del reconocimiento y repara-
ción de las víctimas del conflicto armado en Colombia. De acuerdo
con lo planteado por el Grupo de Investigación sobre Reparaciones
Simbólicas:
Los columbarios, como lugar físico para recordar un conflicto
que por generaciones ha desgarrado a la nación, constituyen
un espacio para el compromiso público con el pasado de la
nación y para el diálogo continuo para definir el presente y
el futuro. Como tales, los Columbarios tienen gran potencial
para acercar a la gente al proceso de reconciliación nacional
como participantes comprometidos y agentes de la renova-
ción social. Esta oportunidad no debe perderse 16 .
El proyecto del parque metropolitano de La Reconciliación no sólo
no contempla la conservación integral de los edificios, sino que
ignora la transformación de significado que implicó la permanencia
de Auras anónimas en el contexto antes mencionado. Un paso más
en la aparente inminencia de esta destrucción se produjo en febre-
ro de 2018 cuando se modificó el estado de protección de la zona
para demoler las galerías (no las columnas) y se proyectó cons-
truir un auditorio y salas de lectura 17. Esta decisión implicó nuevas
reacciones públicas exigiendo la conservación y restauración de
los edificios y la obra en forma de manifiestos18, numerosas notas
13 Decreto municipal 632
de diciembre de 2014..
14 Ibid. En este decreto
se incluyen desde los parques
del Renacimiento y la Reconcilia-
ción, pasando por el Cementerio
Central, el proyectado Museo
Nacional de la Memoria, hasta
cubrir el área del Centro Inter-
nacional San Martín y la zona de
Monserrate.
15 República de Colom-
bia, “Ley de víctimas y restitución
de tierras”, en http://www.cen-
trodememoriahistorica.gov.co/
ley-de-victimas/ley-de-victimas-
-y-restitucion-de-tierras 2011.
16 En 2016, el grupo
“Symbolic Reparations Rese-
arch Project”, constituido por
profesores especializados en las
relaciones entre arte y derechos
humanos de las Universidades de
Harvard, Boston y Connecticut
hicieron una declaración pública
en que señalaron la importancia
de restaurar y preservar el con-
junto arquitectónico de los co-
lumbarios y la intervención Auras
Anónimas como monumentos
para la reparación simbólica de
las víctimas del conflicto armado
en Colombia. Disponible en
http://www.symbolicreparations.
org/projects-publications-/
position-paper-re-the-columba-
rios-of-the-central-cemetery-
-bogota-colombia/. Traducción
de la autora.
17 Acta no 2 de 2018 del
Consejo Distrital de Patrimonio
Cultural.
arte: lugar : cidade | volume 1, número 1, maio/out. 2024 | doi: 10.22409/arte.lugar.cidade.v1i1.62463 34