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irrepresentables, inalcanzables, trascendentales,
imposibles de comprender y enunciar racionalmen-
te, como lo inmensamente poderoso, lo infinito –ín-
fimo o supremo–, lo inmaterial, el vacío, lo sagrado,
lo incorpóreo y lo abismal, entre otros.
El arte cinético fue expuesto por primera vez en 1955
[
Le Mouvement
, Galería Denise René, París], algunos
años después de que Barnett Newman publicara su
ensayo
The sublime is now
, en el que discute el trata-
miento de lo sublime en el expresionismo abstracto,
y antes de que Robert Rosenblum usara el término
“
Abstract sublime
” [1961] para constatar la prolonga-
ción del sublime romántico en exponentes de dicho
movimiento. Aun cuando los cinéticos no demostra-
ron interés explícito por la categoría de lo sublime,
varios aspectos de la misma, destacados por Rosen-
blum en obras expresionistas abstractas, también
pueden ser identificados en obras cinéticas; entre
ellos: la activación del vacío, el uso de recursos sim-
ples para obtener efectos impactantes, la supresión
de la forma para transmitir la sensación de infinitud y
la evocación de una dimensión cósmica.
El movimiento, trabajado desde la dimensión artís-
tica, es fuente de ricas experiencias estéticas y de
intensas vivencias personales. Fenómenos que son
incontrolables e imposibles de presentar pueden
desencadenar el sentimiento de lo sublime. Remiten
a aquello cuyo poder nos sobrepasa, que está más
allá de los límites de nuestra comprensión, y que, aun
cuando es inquietante, sobrecogedor u ofuscante,
nos cautiva y seduce, desafiando nuestras capacida-
des de expresión y representación. Temblores violen-
tos, desplazamientos sutiles, vibraciones intangibles,
radiaciones, pulsaciones, oscilaciones, repeticiones,
flujos, todos ellos son materia prima de lo sublime en
la poética del movimiento.
Es probable que varios artistas aquí citados no
hayan tenido conciencia de en qué medida ni en qué
sentido sus obras podrían estar relacionadas con
lo sublime. El estudio de su producción y de even-
tuales posicionamientos teóricos sobre el diálogo
de lo cinético con lo sublime, revela cruces de esta
categoría con otras, como lo asombroso, lo lúdico, lo
trascendental y lo inefable. Lo sublime, tratado desde
la poética del movimiento, también puede estar aso-
ciado a la vitalidad y sacralidad de la Naturaleza.
En la manera como el arte del movimiento trabaja
con lo sublime hay aspectos que se repiten y solu-
ciones que se destacan. Llevando esto en conside-
ración, me he detenido en obras específicas, expo-
niendo reflexiones sobre objetos concretos, para
que las ideas discutidas puedan ser mejor visuali-
zadas y comprendidas. Sin embargo, es importante
recordar que la diversidad de procedimientos en el
arte cinético no permite establecer generalizacio-
nes o categorizaciones.
HERNÁNDEZ, Mariela Brazón. Consideraciones sobre lo sublime y la poética del movimiento.