Thyssen, alrededor de dieciséis salas,
así como adecuar otros espacios de la
fundación, optimizando los servicios.
De este modo, y tal y como señalan las
fuentes orales recogidas por el director-
gerente Carlos Fernández de
Henestrosa, el año 2015 cerró un ciclo
para el museo, dotado de un nuevo
edificio, de una nueva colección y de un
nuevo director artístico, que es
Guillermo Solana, tras la marcha del
actual director honorario, Tomás
Llorens. En palabras de Fernández de
Henestrosa, tras la entrevista
mantenida para este estudio científico,
nos explica que “la ampliación del
museo no sólo generó un mayor
número de visitantes al museo, sino
también una optimización de los
servicios, espacios e instalaciones de
esta institución”. Por otro lado, el
anterior conservador-jefe de la
fundación, Tomás Llorens, puso de
manifiesto en las memorias de museo,
que durante los cuatro años de gestión
que cubre esta publicación, se percibió
un fuerte protagonismo de las obras de
ampliación sobre la actividad del
museo. Así, en el texto explica que esta
etapa estuvo marcada por la redacción
de un programa museográfico para la
instalación de la colección de la
baronesa, la convocatoria del concurso
para el proyecto arquitectónico de la
ampliación, la redacción de ese
proyecto, la convocatoria del concurso
para la ejecución de las obras de
rehabilitación y la realización de las
mismas. Asimismo, en la entrevista
dirigida a Llorens, señala lo siguiente:
La valoración del Thyssen nos la
ofrecen los medios de
comunicación y el público en
general. El museo tiene una
imagen muy positiva y el número
de visitantes ha ido creciendo
substancialmente en líneas
generales, desde que el museo
abrió sus puertas.
Debemos tener en cuenta que el
éxito social de las instituciones
culturales viene determinado por las
estrategias básicas para mejorar la
difusión en las áreas de comunicación,
promoción, patrocinio, tienda, nuevas
tecnologías, que permiten que el
museo cree una marca como referente
del panorama actual. En ese sentido, y
estableciendo un orden de prioridades,
la comunicación en los museos y
centros de arte refuerza la marca de
identificación, generando programas de
actuación que establecen canales de
comunicación entre otros espacios
culturales de similares características.
Sin duda, la comunicación es una de las