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HACER FRENTE A LA ESCRITA-EN-DEUDA EN LA FORMACIÓN DE INVESTIGADORES

 

 

Adriana Marcondes Machado

Universidad de Sao Paulo (USP)

Sao Paulo, SP, Brasil

 

Beatrice Hahne

Universidad de Sao Paulo (USP)

Sao Paulo, SP, Brasil

 

                     Carolina Terruggi Martínez

Universidad de Sao Paulo (USP)

Sao Paulo, SP, Brasil

 

 

DOI: https://doi.org/10.22409/mov.v7i14.42653

 

 

RESUMEN

El contexto de producción de investigación en programas de posgrado stricto sensu en Brasil ha atraído la atención de los investigadores y se ha informado en medios impresos que alertan sobre los efectos producidos en los cuerpos: estrés, depresión y ansiedad. Además, la supremacía de la evaluación cuantitativa, la limitación de los plazos y la necesidad de publicar artículos como una actividad continua en nombre de buenas evaluaciones y de la justificación para otorgar becas y otras condiciones mínimas para realizar investigaciones constituye un escenario en el que hay un debilitamiento de autor: la relación con la escritura comienza a experimentarse como algo del orden del protocolo o de lo imposible - llamamos a esta posición de escritura en deuda. La palabra deuda estará relacionada con un proceso de medicalización en el que una posición de normalización da forma y significado a lo que existe. Considerando la escritura como un territorio para enfrentar la sensación de debilitamiento frente a la producción académica, presentaremos una estrategia de escritura dirigida que se ha utilizado con estudiantes de postgrado en Psicología y que ha permitido un giro del autor en relación con la producción escrita.

Palabras clave: Escritura. Posgraduación. Psicologia. Enfermedad.

 

 

FACING WRITING-IN-DEBT IN RESEARCHERS FORMATION

 

 

ABSTRACT

The context of research production in the stricto sensu postgraduate program in Brazil has called the attention of researchers and been reported in printed media that warn about the effects produced on the bodies: stress, depression and anxiety. In addition, the supremacy of quantitative research, the limitation of research deadlines and the need to publish articles implies in continuous activity in the name of high level evaluations and the justification for granting scholarships and other minimum conditions to conduct research. In this scenario where there is an author’s weakening, the relationship with writing starts to be experienced as something impossible to be carried out by researchers or as a protocol to be followed. This condition is named writing-in-debt. The word debt, in this study, will be related to a medicalization process in which a normalizing condition shapes the existent. Concerning the writing itself as a territory to face the feeling of the impractical in academic production, we present a device that involves the writing of letters by post-graduation students in Psychology. The exercise of addressed writing allows a twist of the author in the relation with the writing.

Keywords: Writing. Post-Graduation. Psychology. Sickening.

 

 

ENFRENTANDO A ESCRITA-EM-DÍVIDA NA FORMAÇÃO DE PESQUISADORES

 

 

RESUMO

O contexto de produção de pesquisas na Pós-Graduação stricto sensu Brasil afora tem chamado a atenção de pesquisadores e sido noticiado em mídias impressas que alertam sobre os efeitos produzidos nos corpos: estresse, depressão e ansiedade. A supremacia da avaliação quantitativa, a limitação dos prazos e a necessidade de publicação de artigos como atividade contínua em nome das boas avaliações e da justificação da concessão de bolsas de estudo e de outras condições mínimas para realização das pesquisas constituem um cenário em que há um enfraquecimento autoral: a relação com a escrita passa a ser vivida como algo ou da ordem protocolar ou do impossível – nomeamos essa posição de escrita-em-dívida. A palavra dívida terá relação com um processo de medicalização em que uma posição normalizadora dá contorno e sentido ao existente. Considerando a escrita como território de enfrentamento à sensação desse enfraquecimento perante a produção acadêmica, apresentaremos uma estratégia de escrita endereçada que tem sido utilizada com estudantes de Pós-Graduação de um curso de Psicologia e que tem possibilitado uma torção do autor em relação à produção escrita.

Palavras-chave: Escrita. Pós-Graduação. Psicologia. Adoecimento.

 

 

 

 

 

Introducción

 

 

"[...] que todo lo que sabía no sabría

hoy lo sé: escribo

contra lo que recuerdo

esta tarde parada, por ejemplo"

(Manuel Antonio Pina)

 

En el espacio en el que situamos nuestros estudios y prácticas profesionales –un curso de posgrado strictu sensu que interactúa entre Psicología y Educación– hay una forma de enfermedad a la que hacen referencia muchos investigadores presentes en las experiencias de escritura de su investigación y en la producción de artículos. Esta enfermedad se debe a la intensificación de los requisitos relacionados con los parámetros cuantitativos que deben ser ocupados para asegurar la publicación en revistas bien evaluadas y la elevación (o mantenimiento) de las notas de los programas a los que están vinculados. La formulación de la escritura a partir de una determinada regla – del guión que constituye el abecedário académico – ha generado la impresión de que no es posible ser el autor del propio texto. Boaventura de Sousa Santos (1988) localiza en el siglo XIX el inicio del modelo global del pensamiento científico descrito como "un modelo totalitario, en el que niega el carácter racional a todas las formas de conocimiento que no se guían por sus principios epistemológicos y sus reglas metodológicas" (SANTOS, 1988, p. 46). Todo lo que parece estar fuera de este modelo no se reconoce y, por lo tanto, la necesidad de afrontar un camino colonizado (SANTOS, 2007) de pensar presente, también, en el desarrollo de la investigación. El dominio de esta racionalidad atraviesa la vida cotidiana y se produce en la micropolítica de los afectos, es decir, en experiencias concretas en las que se producen conflictos entre los vividos y los patrones formulados por esta lógica general (RONILK, 2018).

En el instituto de posgrado al que estamos vinculados, es un lugar común en los discursos de los estudiantes en clases, debates y debates en grupos de investigación la preocupación ante la necesidad de responder a las evaluaciones externas. El tiempo siempre parece corto en medio de los requisitos de investigación añadidos a la necesidad constante de demostrar su legitimidad, hecha por publicación en revistas científicas. Kastrup (2010) identifica una transformación experimentada en políticas dirigidas a programas de posgrado en los últimos años: desde un incentivo para publicar, con el fin de colectivizar el conocimiento, hasta un imperativo para producir dentro de un conjunto de normas cada vez más restringidas. En este escenario, comienza a importar más qualis de la revista en la que publicó que el movimiento para compartir temas emergentes y conocimientos en discusión en la universidad. La sensación temporal de retraso constante en relación con un ideal que parece inalcanzable produce angustia en aquellos que, frente a parámetros cuantitativos, tienen su trabajo siempre inconcluso. Un sujeto endeudado (DELEUZE, 1992b) en medio de un modelo de producción que devalúa el proceso cuando su totalidad está sometida a este tipo de operación. 

El tiempo y el dinero son condiciones para destacar, ya que este modelo de producción de investigación, con sus condiciones de financiación y priorización de algunas áreas de conocimiento en detrimento de otras, requiere que muchos investigadores tengan que "pagar" un precio por su realización. Algunos, manteniendo otros trabajos mientras realizan la investigación, hacen poco para participar en actividades organizadas por la comunidad estudiantil y por agencias deliberativas, ya que la carga de trabajo requerida por el mercado laboral difícilmente permite su presencia en la universidad fuera de los períodos de clase y orientación. Muchos estudiantes graduados cambian de ciudad o estado cuando ingresan al curso. Cuando hay becas, la cantidad pagada compite con los costos necesarios para la vivienda, la comida, el transporte y cualquier gasto para llevar a cabo la investigación. A partir del segundo semestre de 2019, especialmente en el área de las ciencias humanas, la pérdida de financiación y becas que garantizan condiciones mínimas para el trabajo de estudiantes de posgrado y profesores acentuaron la métrica abusiva del trabajo de investigación. La costosa carga de publicaciones que deben cumplirse a menudo se lleva a cabo sin condiciones mínimas de remuneración.[1]

En las universidades públicas brasileñas, se espera que los estudiantes participen en organismos colegiados en los que, en medio de sus pares, es posible cuestionar las condiciones de la producción de investigación. La participación en estos espacios colectivos, debates y eventos académicos permite una experiencia de investigación enriquecida por intercambios, escuchando otros temas e inventando diversas formas de educación de posgrado. Todo esto es formación de investigadores (KASTRUP, 2010).

Brayner (2017) presenta la articulación que la filósofa Hannah Arendt hace entre pertenecer a una comunidad y la posibilidad de expandir una forma de pensar alanzada con una mentalidad ampliada - "Cuando te juzgas a ti misma, te juzgas a ti misma como miembro de una comunidad" (BRAYNER, 2017, p. 191). La producción de escritura se vuelve menos solitaria cuando hay pertenencia a una colectividad. Sin embargo, investigar, escribir, completar los créditos de las disciplinas necesarias para defender la tesis o tesis o realizar trabajos remunerados que muchos investigadores no pueden renunciar reduce el tiempo de convivencia y de los territorios de la construcción colectiva, obstaculizando la producción común.[2]

La escena académica de los maestros y médicos de formación es el campo de discusión de este artículo. Comprender las producciones macro y micropolíticas de la actividad investigadora es una condición para buscar estrategias que rompan el tema que se lleva a cabo a partir de la homogeneización de los modos de reproducción del pensamiento en los que se fabrican cuerpos enfermos de investigadores que a menudo consumen medicamentos para tener en cuenta las tareas académicas.

En una forma de producir que legitime ciertas fórmulas de investigación relacionadas con las formas de vida de las sociedades occidentales, tomamos la enfermedad en el entorno académico como un problema. Al hacerlo, discutiremos la posibilidad de profanación de su herramienta más fundamental - la escritura - a partir de experiencias desarrolladas en la universidad pública a la que están vinculados los autores, haciendo uso de teóricos e investigadores que se han centrado en la relación entre escritura y subjetividad. Con Deleuze (1997b), pensaremos en la creación de usos más pequeños de la escritura académica en los que la palabra escapa de lo que se espera de ella, variando sus usos. Repensar la escritura en el escenario en el que se lleva a cabo implica afirmar la posibilidad de crear otra relación con la tarea misma de la construcción textual, operando como extranjeros en nuestro propio territorio. Según el filósofo, el escritor "no mezcla otra lengua con la suya, sino que en su lengua una lengua extranjera que no preexistía" (DELEUZE, 1997b, p. 141). Al desafiarse a sí mismo y ser desafiado a vivir otras relaciones con la escritura, el investigador puede hacer el acto de escribir una acción de tensión de protocolos académicos y construir relaciones alternativas con los materiales y problemas que lo hacen escribir.

¿Cómo ejercer un pasaje de las Escrituras que balbucee y explote lagunas en los yesos en medio de las condiciones prevalecientes de la producción de investigación, enfrentando lo que se enferma y desafía la movilidad del pensamiento y el cuerpo?

 

1. Escribir en deuda y producción de enfermedad en la escuela de posgrado

La escritura es la materia prima del investigador. En el campo de las ciencias humanas, su realización está muy entrelazada en la lectura y la producción textual, actividades cuyo esfuerzo necesario a menudo se hace más fácil por su realización en el espacio individual o privado. Debido a que no se ve, el proceso de trabajar en el texto gana el estatus de algo accesorio: "la imagen dogmática del conocimiento y el pensamiento oculto que lo que hacemos la mayor parte del tiempo es leer y escribir" (LARROSA, 2003, p. 108).

La intensificación de la presión por las publicaciones a corto plazo atenta a la evaluación de revistas científicas llegó a este caso: el tiempo frente a los libros, en medio del campo de la investigación y antes de que el ordenador tenga que durar cada vez menos; los borradores, transfigurados por nuevos escritos, son ignorados debido a la urgencia de artículos con principio, medio y final en un trabajo de investigación que no ha terminado. El proceso cualitativo pierde fuerza en detrimento de una forma de evaluación que utiliza la publicación como métrica; este equipo produce efectos crueles en el cuerpo-investigador que, por diversas razones, publica menos (SCHMIDT, 2019). El valor colocado exclusivamente en el producto entregado opera en línea con un pedido capitalista (GUATTARI; ROLNIK, 2013):

El orden capitalista produce los modos de las relaciones humanas incluso en sus representaciones inconscientes: las formas en que uno trabaja, cómo se enseña, cómo se ama, cómo se folla, cómo se habla, y no se detiene allí. [...] fabrica la relación del hombre con el mundo y consigo mismo. Aceptamos todo esto porque asumimos que este es "el" orden del mundo, un orden que no se puede tocar sin comprometer la idea misma de la vida social organizada (GUATTARI; ROLNIK, 2013, pág. 51).

 

Este orden se basa en la jerarquía del conocimiento que refleja las desigualdades que pueden ser representadas por una lente geopolítica que divide el sur y el norte retratando los efectos de los procesos de colonización (SPIVAK, 2010): el subalternizado (el colonizado) es el que habla y que no está autorizado a hablar. Esta desautorización se genera en un proceso de valorización y jerarquía del conocimiento (SANTOS, 2007). El silencio producido a partir de un ideal de asignatura – uno nacido por encima del ecuador (SPIVAK, 2010) – refleja una lógica constitutiva de formas de vivir presente cuando el investigador se encuentra atrapado en un escrito-modelo-inalcanzable en el que existe la imposibilidad de hablar y escribir, ya que se encuentra rodeado de las formas discursivas del colonizador (ALMEIDA, 2010).

Los efectos colonizadores intensificados por las fuerzas neoliberales definen tipos de reglas y estandarizaciones. Gadelha (2017) problematiza estos efectos en la educación en tiempos de privatización, cuando hay cambios en las formas de participación del Estado en la cosa pública, la desregulación del trabajo y el empoderamiento del campo educativo por lógica empresarial. Entre las consecuencias destacadas por el autor, se encuentra lacompetencia, el "ranking", la invención del concepto de capital intelectual, la cultura del emprendimiento y la "responsabilidad", la deterritorialización de la pareja educación-formación, la desinversión de la política y la gobernanza de las formas de vida, especialmente, la población más vulnerable socioeconómicamente. La educación basada en valores comercializables genera subjetividades normalizadas y conformadas (GADELHA, 2017).

En la producción académica, esta racionalidad se materializa en el requisito productivvista y en las evaluaciones de lo que se produce. Esta forma de evaluar es

[...] un instrumento de productivismo, la evaluación potencia un poder de dominación de la esfera científica e intelectual naturalizado y legitimado por el sujeto a la lógica del sujeto y la creación de un orden formal al que debe corresponder la producción (SCHMIDT, 2019, p. 82).

 

Un modelo que disminuye constantemente las ciencias básicas, que resisten la transfiguración para adaptarse a la ecuación costo-beneficio que sostiene la lógica competitiva que avanza en el campo de la formación intelectual (CHAU, 2003).

La presencia de fuerzas neoliberales en la universidad, el aislamiento en la producción de conocimiento y la culpabilidad en relación con las dificultades a las que se enfrenta el proceso son elementos presentes en la materialización de la insuficiencia del sujeto, en la medida en que la co-creación del investigador y la investigación están entrelazadas procesos (KASTRUP, 2010). Se crean investigadores insuficientes.

Hacer investigación es producir usted y el mundo (KASTRUP, 2010) y, por lo tanto, la elección de temas y formas de discutirlos producen realidad; acción política (FOUCAULT, 2014). No hay una sola manera de graduarse como investigador e intervenir de la investigación. El aislamiento y la enfermedad se construyen en un engranaje en el que existen imposibilidades con respecto a la presencia viva del investigador en elecciones metodológicas y conceptuales, en la implicación con el campo y en el compromiso con la actividad creativa del pensamiento (KASTRUP, 2010), porque todo esto genera dudas y requiere tiempo y relación con eventos imprevistos.

La concepción de la producción de la investigación como una acción abierta a la indeterminación radicaliza la construcción textual: ya no un proceso de explicación de los problemas, sino de su fabricación, que requiere un contexto en el que la experimentación es posible y estimulada. La escritura no se limita a la organización de lo aprendido al observar o estudiar un campo; es una acción que transforma el pensamiento del propio investigador, que participa en la disputa de la constitución de un grupo social, de una institución, de una política a través de lo que escribe, de cómo los nombra. Esta transformación de uno y la realidad requiere una calidad de presencia con lo que motiva el pensamiento, así como el tiempo de inmersión en un campo dado y en medio de las palabras. La investigación y la escritura crean territorios existenciales (ALVAREZ; PASSOS, 2014):

Es en este sentido que la experiencia de la investigación o la investigación como una experiencia hace co-emergente tema y objeto de conocimiento, investigador e investigación, como realidades que no están completamente determinadas previamente. [...] Habitar un territorio existencial, diferente de la aplicación de la teoría o la ejecución de la planificación metodológica prescriptiva, es acoger y ser acogido en la diferencia que se expresa entre los términos de la relación: sujeto y objeto, investigador e investigado, i y mundo (ALVAREZ; PASSOS, 2014, p. 148).

 

La investigación tratada como una mercancía desafía el cuerpo de estudiantes graduados haciendo que el investigador, también, un bien. La investigación brasileña ha advertido de formas de enfermedad en este grupo:

[...] El Foro Nacional de Prorrectores de Asuntos Comunitarios y Estudiantiles (FONAPRACE, 2011), por ejemplo, revela que el 47,7% de los estudiantes universitarios brasileños reportaron sufrir alguna situación de crisis emocional. El estudio también reveló que las principales dificultades emocionales a las que se enfrentan los estudiantes, que interfieren en su rendimiento académico son: ansiedad; insomnio o trastorno significativo del sueño; sentimiento de impotencia, desesperación o desesperanza; sensación de falta de atención, desorientación o confusión mental; timidez excesiva; depresión; miedo o pánico (COSTA; NEBEL, 2018, p. 9).

 

Aislados, no autorizados para hablar, invisibles y mal pagados (y cada vez más amenazados de no recibir remuneración), muchos de los estudiantes graduados que no abandonan el curso encuentran maneras individuales de continuar. Las condiciones materiales y simbólicas disponibles para la producción de investigación en Brasil y la urgencia de legitimarlas dentro de ciertas reglas intensifican los procesos de medicalización en los que se busca algo que "ayude a tener en cuenta" las sumas del dolor del cuerpo físico y otros problemas de salud, un medicamento para un requisito social que debe cumplirse. Uno de los efectos es el pago de las condiciones que hacen necesario el uso de medicamentos (GOLDSTEIN, 2016):[3]

La lógica de medicalización ignora el hecho de que la mayoría de los problemas atribuidos a individuos y/o a determinados grupos (problemas de comportamiento, adaptación social, aprendizaje, etc.) son expresiones de problemas sociales e históricos cuyo origen no es orgánico y que, por lo tanto, no requerirían, al menos en principio, intervención bioquímica u otros procedimientos médicos y/o de salud (GOLDSTEIN, 2016, p. 9).

 

¿Cuál es el uso intenso del medicamento que ve? Una "gestión continua de la salud, a través de una construcción farmacológica de la asignatura, para organismos que dialogan con la lógica biomédica, pero que están más allá de ella" (AZIZE, 2012, p. 135). El tranquilizante y otros medicamentos, si no se toman como analizadores del contexto circundante, silencian las condiciones que los hacen necesarios (MACHADO, 2014).

La desafiante coyuntura de posgrado se expresa en las condiciones de escritura de la investigación. Nombramos como escritura en deuda la forma de producción textual en la producción académica que parece siempre incompleta, constituida y constituyente de la inmovilidad y la impotencia. Forma que crea un autor en deuda en un albedrío que hace parecer que el dicho debe ser conquistado antes de decirlo, y no en medio del proceso de construcción del pensamiento (DELEUZE, 1992a). En ella, nos convertimos en escritores dependientes de a priori certezas y palabras de orden; se nos queda tiempo para la experiencia de la otonía y la soledad en la que el autor vive la inmersión en el pensamiento con colegas, profesores y autores – en soledad, no somos no acompañados (CUT-D-OC, 2015).

 

2. Un ejercicio de escritura como estrategia frente a la enfermedad

Nombrado el asunto del que nos ocupamos como algo secundario y de menor importancia, las cerraduras que aparecen por escrito y las palabras que huyen de los dedos en el thudar del teclado perecen con complejidad: "[...] tenemos que aprender a leer, escribir y pensar. El problema es que en nuestra educación formal – escuela y universidad – este tipo de ejercicio se pierde" (CARVALHO; MENDES, 2019, p. 79). Tomando esta obra como algo de menor valor, aceptamos, de manera un tanto ingenua, los dispositivos ideológicos y políticos que constituyen la hegemonía del productivismo (SCHMIDT, 2019).  

Convertirse en investigador es un proceso de aprendizaje en el que la escritura es un instrumento de creación del investigador del cuerpo; por lo tanto, "El texto nunca es esta madriguera, donde, anidado, tendríamos la impresión de que, dialécticamente o no, todo siempre ha estado, está y estará bajo control" (GUATTARI; ROLNIK, 2013, p. 185). El lenguaje, como un plan de inversión capitalizado, es un campo de batalla. Las formas de control que tienen lugar en el proceso de investigación relacionadas con el tiempo, las cuestiones financieras y los cargos por publicación requieren esfuerzos lingüísticos:

También podríamos decir que no hay más revuelta intelectual que, de alguna manera, una revuelta linguística, una revuelta en la forma en que nos relacionamos con el lenguaje y lo que llama. Es decir, que no hay manera de "pensar de otra manera" que también "leer lo contrario" y "escribir de otra manera" (LARROSA, 2003, p. 102).

 

Hay posibles ampliaciones a la escritura académica en las que los desplazamientos se realizan en el propio autor-investigador. La función del autor, según Foucault, se constituye por escrito (AGAMBEN, 2007b). Agamben y Foucault ofrecen pistas sobre una libertad que el autor puede experimentar al escribir sin intentar expresar la totalidad de su objeto escrito; sin tratar de decir lo que es algo. 

El primero de los filósofos atribuye al término gesto lo que no se expresa en la obra, algo que aparece como presencia-ausencia: "el gesto del autor es atestiguado en la obra a la que también da vida" (AGAMBEN, 2007b, p. 61). En los bordes no explícitos y no expresaros, aparece el autor:

El tema [...] no es algo que se pueda lograr directamente como una realidad sustancial presente en algún lugar; por el contrario, es lo que resulta del encuentro y el cuerpo a cuerpo con los dispositivos en los que se puso – si se puso – en juego. Esto se debe a que también es un dispositivo, y la historia de los hombres tal vez no es más que un incesante mano a mano con los dispositivos que ellos mismos han producido – antes que cualquier otro, lenguaje (AGAMBEN, 2007b, p. 63).

 

Producir una lengua otra en medio de marcos académicos se refiere a cuestionar las mismas palabras utilizadas, para cambiarlas del significado primero que se esperaría de ellas y, por lo tanto, para pasar del escritor esperado y problematizar: ¿a quién (o a quién) esta declaración? ¿En nombre de lo que escribo? El autor, al hacerse a sí mismo, pregunta sobre lo que mueve su escritura, pone en tela de juicio los efectos que las palabras producen en las vidas. Participa en lo que interroga y sobre lo que escribe, apasionando el significado y la referencia del texto, transformando al extraño en algo propio (NUNES, 2005).

Esta construcción de algo propio se basa en la certeza de que los compromisos ético-políticos están presentes en la forma en que el problema se construye por escrito. Los escritos prescriptivos y orientadores sobre la realidad investigada, en los que, por ejemplo, las acciones de los trabajadores en el ámbito de la salud, la educación y la asistencia social se cometen erróneas, producen efectos desastrosos y revelan una lógica de identidad en detrimento de lo que afirma la multiplicidad presente en la constitución de eventos (MACHADO E FONSECA, 2019). Ir en contra de este escrito requiere un cambio a "[...] para hacer aparecer lo que está demasiado cerca de nuestra mirada para que podamos ver, lo que está ahí cerca de nosotros, pero que nuestra mirada se cruza para ver algo más" (FOUCAULT, 2016, p. 69).

La escritura es una acción micropolítica que produce subjetividad, una operación que permite variaciones en el sujeto-cuerpo-autor, en la singular elección de palabras y frases. Se trata de una acción de discursiva disputa por significados y nombramientos en la que hay una lucha contra la producción de burbujas conceptuales a las que estamos sujetos en todo momento. A través del trabajo que afirma, articula y desarrolla el dicho (NUNES, 2005), hay una producción que se enfrenta a la presentación a plazos y la construcción formateada tomada como orden; hay un escrito que "[...] se trata esencialmente de emprender una tarea a través de la cual y al final de la cual puedo encontrar algo que no había visto antes" (FOUCAULT, 2016, p. 49).

Apropiarse, torcer, elaborar con los autores consultados difiere de hacer un uso del dicho del otro que no transcambie el organismo que escribe. La subvertida del uso de las fuentes consultadas requiere tiempo y esfuerzo. Romper con el encarcelamiento de un protocolo de escritura que tiene como objetivo la inserción de un conocimiento socialmente reconocido para entender una realidad dada de antemano requiere esfuerzo. Con este giro, el concepto utilizado se mueve del peligro de reubicar el mundo como si fuera "por encima de prácticamente todo y autónomo en relación con el hormigón de la vida" (MOURA, 2003, p. 18).

Un escrito que "no sólo se negaría a hablar en nombre de las cosas, sino que se dedicaría a problemaizar lo que se dice de ellas" (AQUINO, 2011, p. 684) implica la vida del autor:

Escribir es un acto de llegar a ser, siempre inacabado, siempre en la forma de hacerlo, y que se aseguncia cualquier asunto vivo o vivido. Es un proceso, es decir, un pasaje de la Vida que cruza a los vivos y a los vivos. La escritura es inseparable del curso [...]. Devir no es lograr una forma (identificación, imitación, Mimese), sino encontrar el área de barrio, de indiscernidad o indiferencia [...] (DELEUZE, 1997a, p. 11).

 

¿Cómo experimentar la libertad de escribir en la investigación académica que puede enfrentar las enfermedades producidas por los modelos actuales de maestros y médicos graduados? La escritura como agente de desplazamiento se ha experimentado en diferentes espacios del contexto universitario: licenciatura, postgrado y extensión. Hay propuestas de grupos de orientación con estudiantes de posgrado en los que se producen lecturas de textos de los miembros del grupo, pensamientos colectivos y discusiones en las que los lectores redactan con el reto de señalar los extractos en los que habría un tono prescriptivo o falta de autoría, fortaleciendo la necesidad de reescrituras ante las dudas que desencadenan que algo no vaya bien.

En una disciplina ofrecida a los estudiantes de posgrado del instituto de enseñanza de psicología al que estamos vinculados, la escritura dirigida de las cartas se ha solicitado desde hace algunos años. Esta actividad generalmente ocurre en dos días. El primer día, cada estudiante-investigador que participa en la disciplina escribe una situación problemática relacionada con el tema de la investigación y lo lee a todos. Después de la lectura, se utilizan elementos presentes en esta situación (pueden ser personas, cosas, verbos, adjetivos y otros). Con los elementos en la mano, el estudiante-investigador elige uno de ellos para ser el remitente y, el otro, el destinatario de una carta que se escribirá en casa, entre una clase y otra. En la siguiente lección, con las cartas terminadas, está el intercambio de escritos entre los estudiantes graduados, que se dividen en pequeños grupos y escuchan la lectura de las cartas de sus colegas. La lectura de la carta es escuchada por otros investigadores, invitados a escucharla ocupando el lugar de los receptores de la misiva, para que se compartan los efectos de la lectura. Después de leer y hablar sobre los efectos en grupos pequeños, todos se reúnen para una discusión sobre lo que esta experiencia moviliza en la relación entre la escritura y la investigación. [4]

Desde el comando hasta la entrega, la actividad busca cambiar la posición del autor en relación con el problema experimentado como problemático. Hay un espíritu en la realización de esta actividad, la palabra letra excita. Si, al principio, los participantes no saben qué decir o qué escribir, en el ejercicio se produce una suspensión, un vacuolo de silencio en el que se formaliza algo para decir (Deleuze, 1992c).

Una de las veces que se llevó a cabo el ejercicio, un investigador que investigaba el desastre de la mariana escribió una carta en la que el remitente era un sobreviviente del desastre y el receptor, el gerente de la empresa Samarco. Escribió indignaciones a través de preguntas dirigidas a quien tenía la responsabilidad en la producción del desastre: "¿Cómo poner precio a todo lo que sucedió? ¿Cómo poner precio al hecho de que mi esposa ya no trenza?" El cuerpo que investiga escribió el anhelo por el huerto cultivado en la antigua casa que se perdió, el placer de salir a pescar que se quedó atrás, el vecino que se quitó la vida unos meses después del estallido de la presa y la hija que tuvo que cambiar de escuela. La escritura dirigida a uno de los responsables del desastre singularizó el anhelo, el placer y la pérdida. Hubo un tono que formalizó la fuerza de los detalles en lo que pretendía con la investigación.  [5]

En otra situación, una estudiante-investigadora que comenzó a enseñar en una universidad privada dijo que solía escribir de una manera que destacaba los problemas presentes en las universidades privadas, tomadas como responsables del fracaso de la educación superior en las universidades privadas. Una escritura en la que las fuerzas dominantes parecían ganar fuerza, porque sobre el terreno donde el mundo estaba dividido entre dos grupos: uno, con más poder -los que intensificaron la masificación de la enseñanza- y otro, más debilitado, los que lucharon contra ella. Esta dicotomía hizo girar la escritura de la investigación en sí misma. El investigador escribió una carta al llanto, una misiva en la que la complejidad de la realidad reportaba llorar convocaba algo que no fuera compasión y odio.

En el ejercicio con las cartas, la experimentación de la escritura de pensamiento pertenece a un plan político (MACHADO, 2016) en el que la escritura es una acción en el mundo y un productor de realidad, autor y lector. Muchas veces, las situaciones elegidas para ser trabajadas en las cartas estaban relacionadas con problemas relacionados con la investigación de posgrado. En otros, la carta fue tomada como una oportunidad para elaborar algo sobre el universo académico y dar palabras a una experiencia vivida como estudiante, investigador o profesor. La carta invitaba a los estudiantes graduados a escribir a partir de un problema que los llamaba.

Los informes de los desplazamientos producidos en la experimentación de esta forma de escritura trajeron elementos que no pensaban en la construcción de los problemas, un desbloqueo que permitía percibir vicios y generalizaciones en la forma en que se había estado producyendo la escritura de la obra. Algunos informes pusieron de relieve la posibilidad de acceder a una dimensión relacional de un problema que se había vivido de manera restringida e individualizadora. Otros también señalaron que habían dado visibilidad a los diferentes elementos presentes en la construcción del problema. Una estudiante de posgrado que investigó temas relacionados con el abuso sexual y la posición de las mujeres en la sociedad escribió una carta a los hombres de su vida. La carta, al traer la dimensión pública del dolor sufrido a lo largo de su biografía, destacó las escenas vividas que impulsaron la producción académica en la universidad pública como una forma de combatir la violencia sexual y de género.

En general, dos efectos llamaron la atención sobre las experiencias de escritura de las cartas: la expansión de la complejidad de los problemas elegidos y una agradable experimentación del acto de escribir, reportado por muchos participantes como algo distante en sus otros escritos. Un estudiante de posgrado informó que no había escrito durante mucho tiempo; nombró sus acciones en estudios de pregrado y posgrado como"trabajos de f azer".  

La escritura de cartas se ha convertido en un ejercicio cuya dirección es la presencia viva del investigador. Diferentes grupos de investigadores (CARVALHO) han investigado estrategias como estas, en las que la escritura se toma como material de investigación; VINCENTIN, 2019; CARDOSO, 2019; DIAS; RODRIGUES, 2011; BERNARDES; MORAES; TAVARES, 2014) que trabajan para la palabra escrita para crear el mundo y ser vividos como Conceiáo Evaristo incita en el poema que usamos, luego al final del artículo.

 

Consideraciones finales

 

 

Cuando muerdo la palabra,

Por favor

no me apresures,

Quiero masd,

lágrima entre los dientes,

la piel, los huesos, la médula

del verbo,

a tan versojar

el núcleo de las cosas.

(Conceiáo Evaristo)

 

La escritura académica se puede hacer estéril e inerte cuando se encierna en la forma cuantitativa y acelerada de legitimarlo que deja fuera el pasillo de su hacer, lo que sucede entre bastidores. Los diversos cambios realizados en el texto construido y las desviaciones operadas durante el proceso de investigación han sido nombrados como retraso y error y, como no podemos equivocarnos, nos enfermamos. Entre la expectativa normalizada sobre la producción académica y el texto de la primera versión, hay gritos, dolores y, en muchos casos, el uso de medicamentos que solicitan la reflexión sobre estas experiencias vitales, con el fin de situar al tema en el protagonismo de la vida (CALIMAN; PASOS; MACHADO, 2016).

La investigación requiere la profanación de las Escrituras - desplazamiento de una relación impuesta por un propósito determinado (AGAMBEN, 2007a) - el ejercicio de la escritura con otros usos. Una escritura que se combina con la variación del pensamiento se enfrenta a una racionalidad aprendida que determina modelos únicos de elaboración e investigación textual. El compromiso con la producción de una escritura libertaria tiene como dirección ética su uso en beneficio de lo que se quiere decir (PONTIN; GODOY, 2017). En este sentido, para hacer de lo que nos encarcela una oportunidad para la liberación: "[...] Y si el hombre era una forma de encarcelar la vida, ¿no es necesario que la vida sea liberada en el hombre mismo?" (DELEUZE, 1992a, p. 114).

Si la escritura es una acción en el mundo en la que construimos posiciones, entonces la escritura puede subvertir las órdenes que la encarcelan cuando, como pide Conceiáo Evaristo, se siente corporalmente. Reenviado de una manera indefinida y no definida sobre las cosas de las que hablas. El escritor portugués Valter Hugo Mae (2020) sugiere al autor que, para producir y provocar la palabra, es posible colocar el objeto del que se habla en crisis: hacer preguntas al respecto y, a partir de ellos, experimentarse por escrito. Dudar y no saber bien qué decir o qué escribir desacraliza a la academia como discurso sin agujero, sin política, sin gestos y sin infinidad.[6]

 

Referencias

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SPIVAK, Gayatri Chakravorty. Pode o subalterno falar? Belo Horizonte: Editora UFMG, 2010.

 

 

ACERCA DE LOS AUTORES

 

 

ADRIANA MARCONDES MACHADO tiene una Maestría y Doctorado  en Psicología Social por el Instituto  de  Psicología de la Universidad de Sao Paulo (IP),USP)profesora del Departamento de Aprendizaje, Desarrollo y Personalidad y el Programa de Posgrado del Instituto de Psicología de la Universidad de Sao Paulo (IP-USP),   coordinael Servicio dePsicología Escolarde la misma institución y miembro del Grupo de Trabajo de Subjetividad Contemporánea de la Asociación Nacional de Investigación y Posgrado en Psicología (ANPP).

Correo electrónico: adrimarcon@uol.com.br

 

BEATRIZ SAKS HAHNE tiene una licenciatura en Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo (PUC-SP), una maestría en Psicología Escolar y Desarrollo Humano de la Universidad de Sao Paulo (USP) y estudiante de doctorado en Psicología Escolar y Desarrollo Humano de la misma institución.

Correo electrónico: beatrizsaks@gmail.com

 

 

CAROLINA TERRUGGI MARTINEZ es licenciada en Psicología por la Universidad Estatal de Sao Paulo "Júlio de Mesquita Filho" (UNESP) y máster en Psicología Escolar y Desarrollo Humano por el Instituto de Psicología de la Universidad de Sao Paulo (IP-USP).

Correo electrónico: carolinaterruggi@hotmail.com

 

 

 

 

Recibido: 11.05.2020

Aceptado: 16.07.2020

 

 



[1] Con nuevos recortes bolsonaro, la financiación para investigación y becas termina en julio. Revista Forum, 03/04/2019. Disponible en: https://revistaforum.com.br/politica/com-novos-cortes-de-bolsonaro-verba-para-pesquisa-e-bolsas-de-estudos-acaba-em-julho/. Consultado el 14/04/2020.

[2] En el instituto de enseñanza al que estamos vinculados, el número de estudiantes de posgrado es mayor que el de estudiantes y fronteras en seiscientos. Esto asombra, por lo tanto, estos estudiantes no se ven en la vida cotidiana. ¿Dónde circulan?

[3] RONCOLATO, Murilo. La tasa de depresión entre los estudiantes de posgrado, según esta investigación. Periódico Nexo, 04/02/2018. Disponible en: https://www.nexojornal.com.br/expresso/2018/04/02/A-taxa-de-depress%C3%A3o-entre-estudantes-da-p%C3%B3s-gradua%C3%A7%C3%A3o-segundo-esta-pesquisa. Consultado el 18/04/2020.

[4] Os los grupos que participan en esta disciplina y que llevan a cabo la actividad están compuestos, en gran mayoría, de mujeres.

[5] En noviembre de 2015, la presa de Samarco se rompió, liberando casi 40 millones de metros cúbicos de residuos contaminantes. Fuente: Cuatro años después del desastre de las marianas, las ciudades fantasma emergen del barro. Estado de Minas Gerais, 11/02/2019. Disponible en: https://www.em.com.br/app/noticia/gerais/2019/11/02/interna_gerais,1097978/quatro-anos-apos-desastre-de-mariana-cidades-fantasmas-emergem-da-la.shtml. Consultado el 24/05/2020.

[6] En transmisión en vivo realizada por la plataforma Instagram, en días de cuarentena, para la editorial Biblioteca Azul, el 04/08/2020.